La necrosis no ablativa en colummas (fraccional) del procedimiento induce una remodelación del colágeno dérmicos y cierta regeneración epidérmica, evitando gracias a las zonas de piel respetada efectos secundarios. Podemos tratar con buenos resultados: cicatrices de acné, cicatrices quirúrgicas, estrías, arrugas, daño solar, flacidez, pigmentaciones como melasma o léntigos, poros dilatados. Es uno de los mejores tratamientos por las mejorías significativas en le piel que consigue.

La capacidad de producir tensado es inferior a los procedimientos ablativos y por lo tanto se necesitan más sesiones para conseguir resultados en las arrugas y flacidez que se aproximen a los de los láseres ablativos. En cuanto a cicatrices de acné y estrías los resultados finales son similares a los conseguidos con los láseres ablativos pues el factor fundamental en estos dos problemas no es el tensado sino la remodelación de colágeno, aunque se precisaran más sesiones. 

El procedimiento es molesto y por eso se usa anestesia tópica y en alguna ocasión anestesia local. Se disminuye la molestia si la piel está bien hidratada y se usa un scanner “aleatorio” que espacie los disparos y no los aplique a la vez (stamp), ni consecutivamente.

Aparece durante o inmediatamente después del procedimiento un leve edema y eritema que duran 1 y 2-3 días respectivamente y en ocasiones cierto oscurecimiento de le piel que en menos de una semana se resuelve. Sólo es necesario mantener la piel bien hidratada y utilizar protector solar.

El remodelado dérmico es un proceso que precisa de un tiempo para completarse y oscila entre 1,5 y 3 meses, si bien a las 4 semanas ya se puede hacer una nueva sesión.