Consiste en la ablación uniforme y precisa en toda la superficie facial, gracias a un scanner, de capas de la epidermis sin entrar en el dermis. Este tratamiento superficial busca una regeneración epidérmica que mejora la superficie de le piel dando: un tono de color más uniforme, más brillo y luminosidad, atenúa las más finas arrugas y disminuye el tamaño del poro, quedando la piel más suave.

Para el procedimiento usamos el láser de Erbio Contour (scanner) de Sciton que nos permite precisiones de profundidad de 5 micras, trabajaremos según el tipo de piel y del efecto deseado entre 10 y 50 micras de profundidad. 

Durante el procedimiento se usa anestesia tópica. Se realiza en unos 10-15 minutos e inmediatamente después del tratamiento aparece edema de 1 día de duración y eritema o enrojecimiento de unos 2-4 días de duración, durante 1 o 2 días se aplicará una crema adecuada.

Los resultados son superiores a los que se consiguen con varias sesiones de peeling químico superficial como el glicólico y es el procedimiento de elección para el que busca algo más. Es un procedimiento que podemos situarlo entre una microdermoabrasión que es más superficial  y resurfacing con láser que es más profundo.

Podemos realizar una única sesión algo profunda o varias sesiones más superficiales dependiendo de las características de cada caso.