La introducción de la tecnología láser revolucionó el tratamiento de las enfermedades de piel de naturaleza vascular como los angiomas o tumores de origen vascular y las dilataciones o arañas vasculares, así como de muchas enfermedades en las que el componente vascular es esencial en ellas como la Rosácea. La especialización en el manejo de este tipo de terapias ha dado lugar a unidades de tratamiento especializadas en el láser vascular y en esas patologías.