ROSÁCEA
Es una enfermedad cutánea que produce inflamación y enrojecimiento de la cara. Es más frecuente en mujeres de piel clara entre los 30 y 60 años. Inicialmente, los síntomas pueden ser intermitentes, y se manifiesta como un ligero enrojecimiento que gradualmente cubre las mejillas, el mentón o la nariz con síntomas de calor, ardor y escozor. Estos síntomas suelen aumentar cuando se entra a locales donde la temperatura ambiente es mayor. A medida que progresa aparecen granos que en ocasiones tienen pus, también pueden aparecer pequeñas dilataciones de vasos sanguíneos: venitas rojas de la cara o telangiectasias (cuperosis)
La rosácea puede asociarse a piel grasienta y también a caspa en el pelo, y el 50% de los casos avanzados pueden padecer afectación de los ojos como conjuntivitis y blefaritis. La causa es desconocida, aunque viene determinada por la herencia familiar, la exposición solar, el color y el tipo de piel e incluso algunos medicamentos. En algunas personas influyen factores hormonales como la menopausia.
TRATAMIENTO
Para eliminar la rosácea, se emplean láseres específicos para este tipo de lesiones. Estos equipos actúan de manera selectiva sobre las manchas y venas rojas, sin causar ningún daño en la piel circundante. En concreto el BBL y el Nd-YAG destruye las telangiectasias, aunque para el enrojecimiento de fondo lo mejor es usar un buen aparato de luz pulsada como el BBL.
El procedimiento no produce ningún dolor. Permite destruir la hemoglobina ó pigmento rojo de las venas o manchas sin dañar la piel sana.
Los resultados son excelentes, mejorando no solo la estética sino desapareciendo los síntomas. Aunque, dependiendo del tipo de piel y de la gravedad del problema, pueden ser necesarias varias sesiones.